Premier League Escocesa
2004/2005
Como en su momento se hablo en ésta sección de días, también hay que
mencionar equitativamente a frases o palabras que quedan en la posteridad, como en el caso del “Helicopter Sunday”.
Era la última fecha de la temporada 2004/2005 de la Premier League
de Escocia y como es normal en ése país, los dos “gigantes” de Glasgow se
disputaban el título. Él Celtic aventajaba al Rangers por dos unidades (92 a
90), aunque para los de Alex McCleish, su punto favorable era la mejor
diferencia de gol (55 a 51).
Antes de adentrarnos hay que decir que los dirigidos por el
norirlandés Martin O’Neill tuvieron la oportunidad de coronarse en el partido
anterior, pero sorprendentemente cayeron como locales frente al Hibernian. Esto
le dio chances matemáticas al conjunto protestante de mantener la fe hasta la
última instancia.
Durante la semana previa, la prensa ya afirmaba un nuevo campeonato
para los de origen irlandés (tal cual afirma la tapa del diario). Por su parte
los técnicos no daban nada definido, uno se mostraba cauteloso y el otro
todavía esperanzado.
Para él último día, Celtic debía ir al Fir Park para derrotar al
Motherwell, y el Rangers haría lo propio, también como visitante, frente al
Hibernian, aunque claro necesitaban que al menos, los “Bhoys” empaten.
Él domingo 22 de mayo de 2005 era la fecha seleccionada para saber
si los “verdiblancos” retendrían la
corona o si Glasgow se teñiría de azul una vez más.
Los primeros minutos se suscitarían con llegadas para los dos
“grandes” de Escocia pero llegada la media hora, una gran jugada por el sector
izquierdo con un posterior centro atrás que el arquero del Motherwell no pudo
contener, habilitó a Chris Sutton para darle la ventaja a los de O’Neill y
acercarlos un paso más al campeonato.
Por el otro lado Nacho Novo no pudo capitalizar un error del
guardameta del Hibernian y el balón se estrelló en el poste, así los fanáticos
del Rangers que asistieron al encuentro veían diluida la posibilidad de
campeonar en Easter Road.
Con el empate en cero y el 0-1 en Fir Park se marchaban los equipos
al descanso.
Pero apenas arracada la segunda parte los “protestantes” se dieron
cuenta que antes que una mano amiga, ellos mismos debían quebrar el cero, y
tras una muy buena jugada colectiva, el español Novo se redimió y tras la
complicidad de un jugador contrario, estampó el 0-1 en el marcador.
Ahora sí, para ser campeones, el Motherwell tenía que ayudarlos, y
esto se empezó a gestar de a poco. Primero, el portero Gordon Marshall le
contuvo un débil remate a Craig Bellamy a diez minutos de comenzado el
complemento. Un par de minutos después, el propio Marshall tapó un tiro fuerte
de John Hartson ubicado en él área chica, y tiempo después, y luego de un buen
desborde de Bellamy por derecha, nuevamente el arquero se lucía tras
interceptar el desvió de Sutton.
Los minutos finales se aproximaban y todo indicaba que ambos
encuentros concluirían con la mínima diferencia, pero llegó lo inesperado, un
balón largo no fue despejado de la mejor manera y vuelve a entrar al área del
Celtic, y el delantero australiano Scott McDonald, rápido como se lo requiso,
paró la pelota con el pecho y con una perfecta semivolea colocó el esférico
donde nadie puede llegar.
La pesadilla se convertía en realidad, los “Bhoys” dejaban escapar
el bicampeonato en el minuto 88’ de partido.
Mientras, en Edimburgo la euforia no tenía descripción, si todo se
mantenía tal cual, Alex McCleish y sus dirigidos le estarían robando de las
manos el título a sus archirrivales, cosa que se concretaría. Ya con el Celtic
totalmente jugado al ataque, un pelotazo le caería nuevamente a McDonald en la
banda derecha, que encaró hacia el área, y sacó el remate que se desvió en el
camino para entrar en el arco defendido por Rob Douglas.
La cosa finalizó así, con un conjunto despilfarrando una Liga en
sólo tres minutos, y otro aprovechándolo al máximo con una victoria mínima.
La Premier League terminó con un Rangers campeón con 93 puntos, uno
más que sus archirrivales.
Para los de azul las cosas siguieron color de rosas porque además
esa temporada se consagraron en la Copa de la Liga al golear al Motherwell por
5-1 en Hampden Park.
Para el Celtic, hubo un premio consuelo, que fue la obtención de la
Copa Escocesa, tras ganar por 1-0 al Dundee United con un gol de Alan Thompson.
Otros datos de color:
Éste día se denominó el “Helicopter Sunday” por una frase de un
famoso relator que afirmó que “el helicóptero está cambiando de dirección…”,
haciendo referencia a que gracias al abrupto final, el helicóptero que llevaba
el trofeo tuvo que abandonar las cercanías del Fir Park para dirigirse a
Edimburgo.
El australiano Scott McDonald pasó a la fama luego de ésta fecha, y
paradójicamente pasó al club “católico” dos años después y confesó ser hincha
de esa identidad.
En estas dos partes (editada por gente del Rangers), se puede ver lo
que sucedió antes, durante y después del dramático final:
Por Alexander Bernabei
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