Ludovic
Giuly
Retomamos
éstos homenajes con un jugador destacado de la década del 2000, y que tuvo su
retiro en la última temporada de la Ligue 1 francesa.
Ludovic
Giuly nació el 10 de Julio de 1976 en Lyon, Francia, y su vínculo en el fútbol,
tal vez surgió cuando él ni siquiera estaba en éste mundo. Decimos esto porque
su padre fue arquero profesional durante unos años, para después volcarse al
amateurismo en distintos equipos cercanos o dentro de la misma ciudad de Lyon.
Precisamente
padre e hijo llegaron a jugar juntos en el Monts d'Or
Azergues Foot, equipo modesto que en Enero de éste año cambió la denominación
de su estadio para llamarse “Stade Ludovic Giuly”. Más tarde ingresaría a las
inferiores del Olympique Lyon, en donde se destacaría hasta ser llamado a los
18 años para hacer su debut oficial.
Antes de
sumergirnos en la carrera del homenajeado, hay que especificar que el OL, no
era él que conocemos desde la última
década como un equipo ganador de ligas y habitué de la UEFA Champions League.
Todo lo contrario, en 1994 apenas poseía tres Copas de Francia y un par de
títulos de la segunda división.
Su debut fue en
Enero de 1995, ante el Cannes por la Ligue 1, y con victoria por 3-1. Él
técnico que le otorgó éste privilegio fue Jean Tigana, el ex internacional
francés de la década del 80’ y que luego se volvería a cruzar en su camino.
Igualmente esa
temporada no vio mucha acción, apareciendo solo 11 veces. Para el año entrante
se ganó la titularidad, ganando además su primera experiencia europea al
disputar Copa UEFA, y estando muy cerca de conseguir su primer trofeo al caer
en la final de la Copa de la Liga ante el Metz 5-4 en penales tras empatar en
cero los 120 minutos.
La temporada
96/97 ya no solo se lo vio entre los once titulares sino que también le agregó
gol, ya que marcó 17 veces en 41 partidos, números muy buenos para un delantero
que se desenvuelve principalmente como “wing” por derecha.
Con esos
rendimientos, solo permaneció seis meses más en el Stade de Gerland, ya que su
ex entrenador, Jean Tigana, lo pidió para reforzar el plantel del Mónaco.
Eventualmente, abandonó la institución, (132 encuentros, 32 tantos), y partió
rumbo al Principado.
Tasado en 7,5
millones de euros, durante su estadía compartió plantel con Thierry Henry,
David Trezeguet, Marco Simone, Marcelo Gallardo, Patrice Evra o Fernando
Morientes entre otros. No tuvo
problemas en adaptarse al equipo y enseguida empezó a demostrar su buen juego
aunque los resultados no eran los que todos esperaban. Recién para la
temporada 99/00 pudieron ser campeones de la liga tras tres años, con una
diferencia de siete puntos con respecto al PSG, y con Giuly aportando cinco
goles en esa edición.
Los dos años
siguientes fueron muy frustrantes tanto desde el plano colectivo como en el
personal. El primer punto es por los
malos desempeños en liga sumado a una
final de Copa de la Liga perdida en el 2001. Por lo personal, fue que una
rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha lo apartó prácticamente de
toda la temporada 01/02.
Esa lesión lo
hizo volver a las canchas, más fortalecido y con muchas más ganas. Su despliegue fue nuevamente de selección. Ayudó al equipo a salir segundo en la Ligue 1
y volver a la UCL para el año entrante y además fueron campeones por primera
vez en la historia del Mónaco de la Copa de la Liga al vencer 4-1 al Sochaux en la final, y con él
aportando con dos goles aquella noche en el Stade de France.
Sus últimos
doce meses con la camiseta “rojiblanca” fueron, con seguridad, los mejores de
su carrera a nivel personal. Anotó 18 goles en 42 partidos (el número más alto
en su historial), cumplió, él y sus compañeros, una excelente campaña europea
al llegar a la final de la UEFA Champions League, en Gelsenkirchen, y ante el
Porto. Durante ese camino vivió una de sus mejores noches al marcar dos veces
ante el Real Madrid en la vuelta de los Cuartos de Final. En la Ida había
perdido 4-2 como visitantes y en la vuelta caían 0-1 pero sus dos dianas (uno
de taco) más otro de Morientes le dieron el pase a las semis que desató la
fiesta local. Pero lo más importante de ese semestre fue que se erigió como el
jugador más importante de ese plantel, más allá de otras figuras que lo
rodeaban.
Tal vez, éste
trayecto no finalizó de la mejor manera al salir lesionado en la final de la
UCL cuando todavía no había pasado ni media hora de comenzado el
encuentro. Su técnico, Didier Deschamps
destacó el golpe que fue para sus dirigidos ese cambió. Los portugueses los
derrotaron por 3-0.
Éste desempeño
no pasó desapercibido y tras pagar siete millones de euros, el FC Barcelona se
lo llevó a sus filas. Dejó una huella de 239 partidos y 61 goles en el
Principado.
Su arranque fue
perfecto al anotarle al Racing de Santander en el Camp Nou en su debut. Ésta
diana y diez más fueron su aporte a La Liga conquistada en la temporada 04/05
tras seis años de ausencia en las vitrinas “blaugranas”. Se convirtió en un
pilar ofensivo en el que compartía ataque con Samuel Eto’o y Ronaldinho Gaúcho.
Su siguiente
año sería mejor aún, ya que no sólo retendrían La Liga, sino que también, Giuly, pudo sacarse la espina de consagrarse
en la Champions League, derrotando al Arsenal por 2-1 en su país natal, debido
a que el encuentro decisivo se celebro en Paris. Disputó los 90 minutos en esa
final y se hubiese anotado en el marcador de no ser por la interrupción del
árbitro para expulsar al arquero contrario, Jens Lehmann.
La temporada
posterior fue el reverso, no lograron vencer en ninguno de los torneos de
importancia y él francés tuvo menos participación. Con la llegada estelar
de Thierry Henry, y la inminente titularidad de Lionel Messi, Giuly abandonó
Cataluña para pasar al “Calcio” italiano. En su estadía no sólo obtuvo dos
títulos ligueros y una UCL, sino que también levantó dos Supercopas españolas
(la primera ante el Betis, la segunda ante el Espanyol), y en ambas marcó en
las idas de las dos llaves. Participó 124
veces agregándole 26 tantos y dejando un gran recuerdo en los aficionados
barcelonistas.
La suma de 2.2 millones de
euros fue lo que depositó la Roma para ser propietario de su pase, pero en
Italia solo estuvo un año donde se dio el lujo de jugar al lado de Francesco
Totti, y de ganar una Supercopa italiana, y una Coppa Italia. En las dos finales derrotaron al Inter de
Milán y el delantero participó en ambas. Dijo presente en 48 ocasiones e hizo
ocho goles en su periplo en la capital.
Sintió que era
tiempo de volver a su nación, y los 2.5 millones de euros que pagó el Paris
Saint Germain por él fueron suficientes.
La primera
temporada no fue del todo mala para los parisinos, aunque no pudieron acceder a
competiciones europeas del próximo año, por lo tanto se pudieron focalizar en
la liga francesa para tratar de ganarla, ya que desde la década del 90’ que eso
no sucedía.
Lo que vino fue
un fiasco. Con un puesto de mitad de tabla para abajo, lo único que pudo salvar
ese semestre, fue la consagración en la Copa de Francia ante su ex equipo, el
Mónaco. En esa final fue reemplazado a
diez minutos de la conclusión.
En su último
año de contrato estuvieron muy cerca de entrar en la Champions League al
terminar cuartos a cuatro unidades del conjunto en donde debutó, el Lyon.
Disputó 125 encuentros y anotó 19 goles en todo ese tiempo.
Retornó como
agente libre al Principado, pero muchas cosas habían cambiado desde su ida.
Ahora estaban en segunda división tras un trágico descenso la campaña anterior,
y el objetivo era devolverlo a la Ligue 1.
El comienzo fue
desastroso, llegaron a estar últimos con riesgos de otro descenso. Con el
ingreso de un capital ruso terminaron en mitad de tabla y esperanzados para la
temporada posterior, pero Giuly no estaría en esos planes ya que el nuevo
entrenador, el renombrado italiano Claudio Ranieri, no lo iba a tener en cuenta.
Debido a eso rescindió su contrato de mutuo acuerdo.
En su segunda
etapa en el club, jugó 29 partidos y marcó cinco tantos.
Si bien el
retiro estaba cerca, quiso firmar por un año con el Lorient en la primera de
Francia, en donde pudo disputar al menos 18 encuentros sumándole dos goles.
Colgó los
botines tras la última fecha de la pasada temporada 12/13 ante el PSG, que ese
mismo día también le regaló una camiseta, lo sustituyeron al minuto 72 de juego
para un aplauso general de todo el estadio.
Tras su retiro
oficial, hoy despunta el vicio de manera amateur en su primer equipo de su
juventud, el Monts d'Or Azergues Foot.
Su debut fue en Marzo del año 2000 en un amistoso ante Escocia, en
Hampden Park, con victoria 2-0 para los galos.
Durante ese año participó en un par de amistosos más, pero en el 2001 la rotura
de ligamentos complicó su participación en el proceso rumbo al Mundial de
Corea-Japón 2002. Sin embargo, a decir verdad, tampoco era muy seguro que
llegara a ir, al no ser una pieza fija.
En el 2003 formó parte del plantel que conquistó la Copa Confederaciones
que se realizó en la propia Francia, que quedó de cierta manera opacada por el
terrible fallecimiento del camerunés Marc-Vivien Foé. En esa edición convirtió
ante Nueva Zelanda en la goleada por 6-0 en la primera ronda. Fue su único
torneo en que representó a “Les Bleus”
Para la Euro 2004, ya era seguro que iba a participar, pero la lesión que
sustrajo en la final de la Champions League truncó esa posibilidad. Y luego
vendría la asunción de Raymond Domenech como técnico de la selección francesa.
Participó de las eliminatorias para la Copa del Mundo de Alemania 2006, y
hasta le marcó a Chipre en la victoria por 4-0 que certificó el pase de su
selección al Mundial. Sin embargo, Domenech lo dejó fuera al igual que a Robert Pires y a
Nicolas Anelka, y justo en su mejor momento en el Barcelona
.
En un amistoso previo a la competición, su compatriota Djibril Cissé se
lesionó de gravedad y no pudo viajar a tierras teutonas ,y se le abrió una
puerta a Giuly para formar parte de los 23 afortunados, pero él ya estaba de
vacaciones molesto por la decisión inicial.
Se especuló durante mucho tiempo que Giuly habría tenido un affaire con
la pareja del entrenador y que por eso éste lo excluyó. El delantero dice haber
aclarado éste tema con el técnico pero igual nunca más lo tuvo en cuenta, y
como éste permaneció hasta hace tres años, se perdió Euro 2008 y Copa del Mundo
2010.
Con la selección jugó 17 partidos e hizo tres goles. En el 2011 participó
de un amistoso de la selección no afiliada a FIFA, de la Isla de Córcega para
enfrentar a Bulgaria.
Por Alexander Bernabei
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