12 de agosto de 2013

Merecedores de un Mundial



Ludovic Giuly

Retomamos éstos homenajes con un jugador destacado de la década del 2000, y que tuvo su retiro en la última temporada de la Ligue 1 francesa.

Ludovic Giuly nació el 10 de Julio de 1976 en Lyon, Francia, y su vínculo en el fútbol, tal vez surgió cuando él ni siquiera estaba en éste mundo. Decimos esto porque su padre fue arquero profesional durante unos años, para después volcarse al amateurismo en distintos equipos cercanos o dentro de la misma ciudad de Lyon.

Precisamente padre e hijo llegaron a jugar juntos en el Monts d'Or Azergues Foot,  equipo modesto que en Enero de éste año cambió la denominación de su estadio para llamarse “Stade Ludovic Giuly”. Más tarde ingresaría a las inferiores del Olympique Lyon, en donde se destacaría hasta ser llamado a los 18 años para hacer su debut oficial.

Antes de sumergirnos en la carrera del homenajeado, hay que especificar que el OL, no era él que conocemos  desde la última década como un equipo ganador de ligas y habitué de la UEFA Champions League. Todo lo contrario, en 1994 apenas poseía tres Copas de Francia y un par de títulos de la segunda división.

Su debut fue en Enero de 1995, ante el Cannes por la Ligue 1, y con victoria por 3-1. Él técnico que le otorgó éste privilegio fue Jean Tigana, el ex internacional francés de la década del 80’ y que luego se volvería a cruzar en su camino.

Igualmente esa temporada no vio mucha acción, apareciendo solo 11 veces. Para el año entrante se ganó la titularidad, ganando además su primera experiencia europea al disputar Copa UEFA, y estando muy cerca de conseguir su primer trofeo al caer en la final de la Copa de la Liga ante el Metz 5-4 en penales tras empatar en cero los 120 minutos.

 
La temporada 96/97 ya no solo se lo vio entre los once titulares sino que también le agregó gol, ya que marcó 17 veces en 41 partidos, números muy buenos para un delantero que se desenvuelve principalmente como “wing” por derecha. 

Con esos rendimientos, solo permaneció seis meses más en el Stade de Gerland, ya que su ex entrenador, Jean Tigana, lo pidió para reforzar el plantel del Mónaco. Eventualmente, abandonó la institución, (132 encuentros, 32 tantos), y partió rumbo al Principado.

Tasado en 7,5 millones de euros, durante su estadía compartió plantel con Thierry Henry, David Trezeguet, Marco Simone, Marcelo Gallardo, Patrice Evra o Fernando Morientes entre otros. No tuvo problemas en adaptarse al equipo y enseguida empezó a demostrar su buen juego aunque los resultados no eran los que todos esperaban. Recién para la temporada 99/00 pudieron ser campeones de la liga tras tres años, con una diferencia de siete puntos con respecto al PSG, y con Giuly aportando cinco goles en esa edición.

Los dos años siguientes fueron muy frustrantes tanto desde el plano colectivo como en el personal.  El primer punto es por los malos desempeños en liga  sumado a una final de Copa de la Liga perdida en el 2001. Por lo personal, fue que una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha lo apartó prácticamente de toda la temporada 01/02.

Esa lesión lo hizo volver a las canchas, más fortalecido y con muchas más ganas.  Su despliegue fue nuevamente de selección.  Ayudó al equipo a salir segundo en la Ligue 1 y volver a la UCL para el año entrante y además fueron campeones por primera vez en la historia del Mónaco de la Copa de la Liga al  vencer 4-1 al Sochaux en la final, y con él aportando con dos goles aquella noche en el Stade de France.

Sus últimos doce meses con la camiseta “rojiblanca” fueron, con seguridad, los mejores de su carrera a nivel personal. Anotó 18 goles en 42 partidos (el número más alto en su historial), cumplió, él y sus compañeros, una excelente campaña europea al llegar a la final de la UEFA Champions League, en Gelsenkirchen, y ante el Porto. Durante ese camino vivió una de sus mejores noches al marcar dos veces ante el Real Madrid en la vuelta de los Cuartos de Final. En la Ida había perdido 4-2 como visitantes y en la vuelta caían 0-1 pero sus dos dianas (uno de taco) más otro de Morientes le dieron el pase a las semis que desató la fiesta local. Pero lo más importante de ese semestre fue que se erigió como el jugador más importante de ese plantel, más allá de otras figuras que lo rodeaban. 

Tal vez, éste trayecto no finalizó de la mejor manera al salir lesionado en la final de la UCL cuando todavía no había pasado ni media hora de comenzado el encuentro.  Su técnico, Didier Deschamps destacó el golpe que fue para sus dirigidos ese cambió. Los portugueses los derrotaron por 3-0.

Éste desempeño no pasó desapercibido y tras pagar siete millones de euros, el FC Barcelona se lo llevó a sus filas. Dejó una huella de 239 partidos y 61 goles en el Principado.


Su arranque fue perfecto al anotarle al Racing de Santander en el Camp Nou en su debut. Ésta diana y diez más fueron su aporte a La Liga conquistada en la temporada 04/05 tras seis años de ausencia en las vitrinas “blaugranas”. Se convirtió en un pilar ofensivo en el que compartía ataque con Samuel Eto’o y Ronaldinho Gaúcho.

Su siguiente año sería mejor aún, ya que no sólo retendrían La Liga, sino que también,  Giuly, pudo sacarse la espina de consagrarse en la Champions League, derrotando al Arsenal por 2-1 en su país natal, debido a que el encuentro decisivo se celebro en Paris. Disputó los 90 minutos en esa final y se hubiese anotado en el marcador de no ser por la interrupción del árbitro para expulsar al arquero contrario, Jens Lehmann.

La temporada posterior fue el reverso, no lograron vencer en ninguno de los torneos de importancia y él francés tuvo menos participación. Con la llegada estelar de Thierry Henry, y la inminente titularidad de Lionel Messi, Giuly abandonó Cataluña para pasar al “Calcio” italiano. En su estadía no sólo obtuvo dos títulos ligueros y una UCL, sino que también levantó dos Supercopas españolas (la primera ante el Betis, la segunda ante el Espanyol), y en ambas marcó en las idas de las dos llaves. Participó 124 veces agregándole 26 tantos y dejando un gran recuerdo en los aficionados barcelonistas.

La suma de 2.2 millones de euros fue lo que depositó la Roma para ser propietario de su pase, pero en Italia solo estuvo un año donde se dio el lujo de jugar al lado de Francesco Totti, y de ganar una Supercopa italiana, y una Coppa Italia. En las dos finales derrotaron al Inter de Milán y el delantero participó en ambas. Dijo presente en 48 ocasiones e hizo ocho goles en su periplo en la capital.
Sintió que era tiempo de volver a su nación, y los 2.5 millones de euros que pagó el Paris Saint Germain por él fueron suficientes.


La primera temporada no fue del todo mala para los parisinos, aunque no pudieron acceder a competiciones europeas del próximo año, por lo tanto se pudieron focalizar en la liga francesa para tratar de ganarla, ya que desde la década del 90’ que eso no sucedía.
Lo que vino fue un fiasco. Con un puesto de mitad de tabla para abajo, lo único que pudo salvar ese semestre, fue la consagración en la Copa de Francia ante su ex equipo, el Mónaco.  En esa final fue reemplazado a diez minutos de la conclusión.

En su último año de contrato estuvieron muy cerca de entrar en la Champions League al terminar cuartos a cuatro unidades del conjunto en donde debutó, el Lyon. Disputó 125 encuentros y anotó 19 goles en todo ese tiempo.

Retornó como agente libre al Principado, pero muchas cosas habían cambiado desde su ida. Ahora estaban en segunda división tras un trágico descenso la campaña anterior, y el objetivo era devolverlo a la Ligue 1.
El comienzo fue desastroso, llegaron a estar últimos con riesgos de otro descenso. Con el ingreso de un capital ruso terminaron en mitad de tabla y esperanzados para la temporada posterior, pero Giuly no estaría en esos planes ya que el nuevo entrenador, el renombrado italiano Claudio Ranieri, no lo iba a tener en cuenta. Debido a eso rescindió su contrato de mutuo acuerdo.
En su segunda etapa en el club, jugó 29 partidos y marcó cinco tantos.

Si bien el retiro estaba cerca, quiso firmar por un año con el Lorient en la primera de Francia, en donde pudo disputar al menos 18 encuentros sumándole dos goles.


Colgó los botines tras la última fecha de la pasada temporada 12/13 ante el PSG, que ese mismo día también le regaló una camiseta, lo sustituyeron al minuto 72 de juego para un aplauso general de todo el estadio.

Tras su retiro oficial, hoy despunta el vicio de manera amateur en su primer equipo de su juventud, el Monts d'Or Azergues Foot.
Su debut fue en Marzo del año 2000 en un amistoso ante Escocia, en Hampden Park, con victoria 2-0 para los galos.
Durante ese año participó en un par de amistosos más, pero en el 2001 la rotura de ligamentos complicó su participación en el proceso rumbo al Mundial de Corea-Japón 2002. Sin embargo, a decir verdad, tampoco era muy seguro que llegara a ir, al no ser una pieza fija.

En el 2003 formó parte del plantel que conquistó la Copa Confederaciones que se realizó en la propia Francia, que quedó de cierta manera opacada por el terrible fallecimiento del camerunés Marc-Vivien Foé. En esa edición convirtió ante Nueva Zelanda en la goleada por 6-0 en la primera ronda. Fue su único torneo en que representó a “Les Bleus”

Para la Euro 2004, ya era seguro que iba a participar, pero la lesión que sustrajo en la final de la Champions League truncó esa posibilidad. Y luego vendría la asunción de Raymond Domenech como técnico de la selección francesa.

Participó de las eliminatorias para la Copa del Mundo de Alemania 2006, y hasta le marcó a Chipre en la victoria por 4-0 que certificó el pase de su selección al Mundial. Sin embargo, Domenech lo dejó fuera al igual que a Robert Pires y a Nicolas Anelka, y justo en su mejor momento en el Barcelona
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En un amistoso previo a la competición, su compatriota Djibril Cissé se lesionó de gravedad y no pudo viajar a tierras teutonas ,y se le abrió una puerta a Giuly para formar parte de los 23 afortunados, pero él ya estaba de vacaciones molesto por la decisión inicial.

Se especuló durante mucho tiempo que Giuly habría tenido un affaire con la pareja del entrenador y que por eso éste lo excluyó. El delantero dice haber aclarado éste tema con el técnico pero igual nunca más lo tuvo en cuenta, y como éste permaneció hasta hace tres años, se perdió Euro 2008 y Copa del Mundo 2010.
Con la selección jugó 17 partidos e hizo tres goles. En el 2011 participó de un amistoso de la selección no afiliada a FIFA, de la Isla de Córcega para enfrentar a Bulgaria.


Por Alexander Bernabei

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