Desde que se incluyeron en los torneos
internacionales de mayores, las definiciones por penales han sido benévolas con
algunos y crueles con otros tantos.
Unos, como Alemania (cuenta con un record de
5-1), tienen marcas casi perfectas. Otros como Argentina y Brasil (ambos con 6-4),
o mismo Uruguay (5-4) también poseen marcas positivas. Algunos, caso España o
Francia (los dos igualados en 3) no se sacan diferencias. Y por último, hay
equipos, léase Italia (3-5) u Holanda (1-4) a los cuales simplemente no les va
bien.
Pero, sin duda alguna, hay un país que no
quiere saber absolutamente nada con patear penales es Inglaterra, una selección
que tiene sólo un triunfo, al igual que los holandeses, pero en el caso de los
británicos fallaron en seis oportunidades.
La primera vez que tuvieron que lidiar con
este sistema fue en el Mundial de 1990. En Turín, y luego de 120 minutos, los
ingleses y la
Alemania Federal terminaron igualados 1-1 gracias a los goles
de Brehme y Lineker. Con tres penales ya
pateados por ambos conjuntos y convertidos todos, le llegaba el turno a un ejecutador nato como
Stuart Pearce, sin embargo, el arquero Bodo Illgner se lo contuvo. Ya con los
germanos al frente, Chris Waddle debía acertar si o si, pero, finalmente, el balón
salió por arriba del travesaño.
Seis años después llegaba la gran cita, la Euro 96, y no sólo tenía de
especial que los ingleses eran los anfitriones, sino que también se cumplían
tres décadas de su único título, el Mundial
1966, y además, venían de perderse el mundial, dos años antes en Estados
Unidos.
Ya en cuartos, los anfitriones no pudieron
con España y empataron en cero. El primer penal de los ibéricos fue al
travesaño. Luego, Pearce se tomó revancha y convirtió con muy recordado grito
de desahogo. Por último, Seaman, se vistió de héroe al taparle el disparo a
Miguel Ángel Nadal, y darle el pase a su selección. Nadie en Wembley sabría que
hasta la Euro
2012 esta sería su única victoria desde los 12 pasos.
En semifinales de este mismo torneo, Inglaterra se veía nuevamente
las caras con una Alemania ya unificada.
Los dos equipos igualaron 1-1 como hacía seis años, con los goles de
Shearer y Kuntz. Los locales hubiesen pasado de fase, si en la prórroga hubiese
entrado ese “no gol de oro” de Paul Gascogoine.
Terminada la tanda de cinco ejecuciones cada uno, llegaba el momento
de los mano a mano en donde Gareth Southgate fallaría el suyo y Andres Moeller
no, así los derrotados veían como nuevamente Alemania los privaba de jugar una
final.
El yerro de Southgate es tan importante en la historia inglesa que
la banda “The Business” le dedicó un tema. Lamentablemente, para este muy buen
marcador central, su nombre será recordado más por esto, que por su
trayectoria.
Dos años después, en Francia y en octavos, Inglaterra tenía que
enfrentarse por primera vez a la Argentina en una Copa del Mundo, luego de la
famosa “Mano de Dios”. El partido terminó 2-2 y en el segundo penal de los
sudamericanos, Seaman se lo contuvo a Crespo. Pero a pesar de los esfuerzos del
arquero de Arsenal, Paul Ince y David Batty no convirtieron y su país se quedó
fuera.
Se dice que los británicos todavía no comprenden cómo un
mediocampista de corte defensivo y del cual no se le recordaba siquiera una
ejecución fuera el encargado de definir el destino de su selección.
Ya en la Euro
del 2004, los “tres leones” chocaban contra los locales, Portugal. Concluidos
los 120 minutos con un empate en dos llegaba esta maldición para los ingleses.
Beckham erró de manera calamitosa el primer penal de la serie,
pidiéndole después una respuesta al pasto, que le había jugaba una mala pasada.
Al rato, el portero Ricardo le tapó el tiro a Darius Vassell y
después metió el suyo para avanzar de ronda y dejar nuevamente con el sabor
amargo en la boca a Inglaterra.
Estos conjuntos se vieron la cara un par de años más tarde, pero
ésta vez no era en Lisboa, sino en Gelsenkirchen, por Cuartos del Mundial de
Alemania 2006.
El resultado acá fue deplorable, porque de los cuatro tiros los
ingleses fallaron tres (Lampard, Gerrard y Carragher). Los “pross” no fueron
capaces de aprovechar los yerros de Petit y Hugo Viana para pasar a la
siguiente Ronda.
Y por último, llegamos a lo que ocurrió hace unos días. Los cuartos
de la Euro 2012,
Italia vs. Inglaterra. Empataron en cero y las cosas empezaron bien, para los a
la postre perdedores, porque Montolivo malogró el suyo y le daba la ventaja a los de la isla. Pero
ocurrió lo de siempre y los Ashleys (Young y Cole) no convirtieron y dejaron otra vez fuera a Inglaterra de un
torneo internacional.
El record es negativismo para los ingleses, ya que ganaron sólo en
una ocasión y perdieron en las 6 restantes. Habrá que esperar otros dos años para
ver si se enfrentan otra vez a este sistema de eliminación, aunque seguramente
ni siquiera lo quiere imaginar.
Por Alexander Bernabei
No hay comentarios:
Publicar un comentario