2 de septiembre de 2012

Merecedores de un Mundial

Patrik Berger

En ésta entrega, nos topamos con el primer oriundo de República Checa, que aunque no estuvo presente en una Copa del Mundo, casi logra tocar el cielo con las manos en un Eurocopa.

 Patrik Berger nació el 10 de noviembre de 1973, en Praga, en aquel entonces capital de Checoslovaquia. Su pasión por el deporte, seguramente, estuvo influenciada por su tío Jan Berger, que fue futbolista profesional, y que se desempeño en el Sparta Praga entre otros equipos, y que disputó Mundial, Euro, y Juegos Olímpicos.

Su carrera en inferiores llegó recién con 16, en el Sparta, pero luego de permanecer dos años, se pasó y debutó como profesional en el equipo “vecino”, el Slavia.

Ahí estuvo 4 temporadas, (dos en la liga Checoslovaca y las otras dos ya establecido como República Checa) donde enseguida deslumbró con su gran talento, más esto no pudo ayudar a su equipo a conquistar algún título, cosa que sí logró una vez él fuera de la institución capitalina.

En todo ese tiempo disputó alrededor de 88 partidos con 24 goles.
Estas performances captaron la atención de Ottmar Hitzfeld, entrenador del Borussia Dortmund alemán, que no dudó en contratarlo para reforzar sus filas.

En tierras teutonas tuvo un pasaje positivo a nivel de consagraciones porque ni bien arribó, obtuvieron la Supercopa germana, en Düsseldorf, al derrotar por la mínima al Borussia Mönchengladbach. Y a esto se le sumó la obtención de la quinta Bundesliga en la historia de su club, y de ésa manera ser bicampeones alemanes.

Hasta acá todo marchaba sobre ruedas, pero el punto negro fue la poca participación que Berger tuvo en esa única temporada en Dortmund. Dijo presente en 25 ocasiones y pudo gritar 4 goles, pero el técnico decidió utilizarlo con vocaciones más defensivas, cosa que al checo no le agradó y se por decidió por cambiar de camiseta. En los aurinegros también jugó en dos choques por competiciones europeas.

Su siguiente destinó fue el Liverpool de Inglaterra que confió en él tras la gran Eurocopa de 1996.
Según confesó años después, la llegada a Anfield fue un sueño. Declaró que de chico, si bien no podían ver mucho fútbol europeo, un amigo del padre fue a Inglaterra y le trajo una bufanda, el programa y los tickets del partido, y que, para él, era el mejor equipo del mundo.
Además fue vecino de las glorias “Reds” como Kenny Dalglish o Alan Hansen, en Southport.

Su primera temporada en Gran Bretaña fue muy buena, sus actuaciones, de arranque fueron satisfactorias y fue coronado “Jugador del mes” en Septiembre de 1996, por la Premier League.
Terminó por redondear 34 apariciones con 9 goles, sin poder lograr título alguno.

La segunda no fue tan fructífera, sus rendimientos descendieron y por lo tanto el entrenador Roy Evans comenzó a dejarlo en el banco, y luego de haberse negado a ser suplente frente al Bolton Wanderers en Marzo del 98’ parecían que las cosas estaban claras para que el checo abandone la institución al saberse que el Benfica, la Roma y varios clubes españoles querían sus servicios.
Sin embargo, optó por quedarse al anuciarse al francés Gérard Houllier como nuevo técnico, (al principio hizo dupla con Evans, y después continuó sólo).

Con el galo, retornó a la titularidad, tanto de mediocampista como delantero externo, algo que lo caracterizó a lo largo de su carrera, así como sus notables corridas y poderosos tiros lejanos que le dieron una identidad en el fútbol inglés. En las dos primeras temporadas de Houllier al frente del Liverpool dijo presente en 78 partidos a los que les agregó 18 tantos. En estos tiempos fue en donde Berger se ganó a la siempre difícil afición “Red”.

Para la 2000/01 sufrió una rotura de ligamentos cruzados, (hasta se fue a tratar a los Estados Unidos) y no pudo participar mucho de la temporada del triplete de FA Cup, Copa de la Liga y Copa UEFA, aunque al menos le pudo dar la asistencia a Michael Owen para que éste definiese de gran manera en la final Contra el Arsenal en la primera competición mencionada, revirtiendo, además, un 1-0 en contra.

Los siguientes tres años no fueron muy buenos, debido a las recurrentes lesiones que lo hicieron bajar mucho en la consideración del DT, (su última temporada solo jugó 4 partidos) y cuando expiró su contrato optó por dejar Anfield, y lo hizo con una destacadísima marca de 198 encuentros y 35 dianas, siendo el Chelsea una de sus víctimas favoritas.

Con el pase en su poder, se marchó al Portsmouth, que acababa de subir a la Premier League.
En su primera temporada, los de Redknapp y el propio Berger arrancaron de una manera muy buena, lejos de la zona de descenso, pero para el checo, otra vez la rodilla no le permitió concluir todo ese año. Completó su segundo año, dejando una belleza de gol frente al Charlton Athletic, pero al terminar, él y la dirigencia establecieron no renovar el contrato. En el sur inglés, estuvo en 60 partidos y marcó 8 tantos.
Su próximo destino fue el Aston Villa, pero ahí, rápidamente tuvo encontronazos con el entrenador Martin O’Neill y pasó un tiempo en reserva y luego fue cedido al Stoke City de la segunda división. Al volver demostró buenas actuaciones sumado a un par de tantos que le valieron la renovación del contrato, aunque sus participaciones volvieron a ser nulas, sobre todo por sus lesiones. En Birmingham sólo pudo, en tres años, jugar 32 partidos a los que les sumo 2 goles.

Luego de más de 10 temporadas en suelo británico, Berger retornó a su país, más precisamente al Sparta Praga, aquel club en el cuál nunca había podido debutar.
Su año inicial fue muy bueno ya que casi no lo aquejaron las molestias y aportó en buena cantidad cuando le tocó participar, pero lamentablemente cayeron frente al Slavia en la lucha por el título.
Su segundo año, sería la otra cara de la moneda, apenas jugó dos partidos, y decidió retirarse por las constantes lesiones.  Al menos, como una especie de sabor dulce, sus compañeros conquistaron el campeonato liguero.

Hoy sigue despuntando el vicio en el Dolni Chabry, un equipo de la sexta división de la República Checa que quede en los suburbios de Praga.
 Habiendo sido campeón con su selección sub-16 en la Euro de 1990, y al haber convertido un hat-trick en su debut con la sub-21, a Patrik Berger le llegaron  dos convocatorias con Checoslovaquia antes que ésta se desintegre.
Su bautismo con la República Checa llegó el 23 de Marzo de 1993 en un empate en uno, como visitante ante Chipre en un encuentro válido para las eliminatorias rumbo al Mundial de USA 94’ donde solo jugó un cuarto de hora.

Su primer gol lo hizo frente a Malta, (un año después de su debut), en un aplastante 6-1 como local en un partido de eliminatorias para la Euro 96’ a jugarse en Inglaterra.

Justamente en esa Euro llegaría su momento más glorioso con la camiseta de su país.
Después de haber participado en los tres partidos del grupo, los cuartos de final y las semis, le dió, de penal, la ventaja a la República Checa en la final, frente a Alemania, en Wembley. Lamentablemente, Los germanos dieron vuelta el resultado gracias a los goles de Oliver Bierhoff y se tuvieron que conformar con el segundo puesto.

No disputó la Copa Confederaciones del año siguiente, pero sí la Euro del 2000, aunque en esa ocasión apenas pudo estar los 90 minutos contra Dinamarca en la victoria 2-0, más allá de que ya estaban  eliminados.

En cuanto a los mundiales, no puedo estar presente ni en el 94’, ni en el 98’, aún siendo subcampeón de Europa, y para el 2002 ya estaba retirado.

Su partido final fue en un amistoso frente a Corea del Sur que concluyó en victoria checa por 5-0, en 2001, y su tanto final vino otra vez frente a Alemania, en un amistoso, con caída 3-2 en Núremberg.



Por Alexander Bernabei

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