Patrik Berger
En ésta entrega, nos topamos con el primer oriundo de República
Checa, que aunque no estuvo presente en una Copa del Mundo, casi logra tocar el
cielo con las manos en un Eurocopa.
Su carrera en inferiores llegó recién con 16, en el Sparta, pero
luego de permanecer dos años, se pasó y debutó como profesional en el equipo
“vecino”, el Slavia.
Ahí estuvo 4 temporadas, (dos en la liga Checoslovaca y las otras
dos ya establecido como República Checa) donde enseguida deslumbró con su gran
talento, más esto no pudo ayudar a su equipo a conquistar algún título, cosa
que sí logró una vez él fuera de la institución capitalina.
En todo ese tiempo disputó alrededor de 88 partidos con 24 goles.
Estas performances captaron la atención de Ottmar Hitzfeld,
entrenador del Borussia Dortmund alemán, que no dudó en contratarlo para
reforzar sus filas.
En tierras teutonas tuvo un pasaje positivo a nivel de
consagraciones porque ni bien arribó, obtuvieron la Supercopa germana, en
Düsseldorf, al derrotar por la mínima al Borussia Mönchengladbach. Y a esto se le sumó la obtención de la quinta
Bundesliga en la historia de su club, y de ésa manera ser bicampeones alemanes.
Hasta acá todo marchaba sobre
ruedas, pero el punto negro fue la poca participación que Berger tuvo en esa
única temporada en Dortmund. Dijo presente en 25 ocasiones y pudo gritar 4
goles, pero el técnico decidió utilizarlo con vocaciones más defensivas, cosa
que al checo no le agradó y se por decidió por cambiar de camiseta. En los
aurinegros también jugó en dos choques por competiciones europeas.
Su siguiente destinó fue el
Liverpool de Inglaterra que confió en él tras la gran Eurocopa de 1996.
Según confesó años después, la
llegada a Anfield fue un sueño. Declaró que de chico, si bien no podían ver
mucho fútbol europeo, un amigo del padre fue a Inglaterra y le trajo una
bufanda, el programa y los tickets del partido, y que, para él, era el mejor
equipo del mundo.
Además fue vecino de las glorias
“Reds” como Kenny Dalglish o Alan Hansen, en Southport.
Su primera temporada en Gran
Bretaña fue muy buena, sus actuaciones, de arranque fueron satisfactorias y fue
coronado “Jugador del mes” en Septiembre de 1996, por la Premier League.
Terminó por redondear 34
apariciones con 9 goles, sin poder lograr título alguno.
La segunda no fue tan fructífera,
sus rendimientos descendieron y por lo tanto el entrenador Roy Evans comenzó a
dejarlo en el banco, y luego de haberse negado a ser suplente frente al Bolton
Wanderers en Marzo del 98’
parecían que las cosas estaban claras para que el checo abandone la institución
al saberse que el Benfica, la
Roma y varios clubes españoles querían sus servicios.
Sin embargo, optó por quedarse al
anuciarse al francés Gérard Houllier como nuevo técnico, (al principio hizo
dupla con Evans, y después continuó sólo).
Con el galo, retornó a la
titularidad, tanto de mediocampista como delantero externo, algo que lo
caracterizó a lo largo de su carrera, así como sus notables corridas y
poderosos tiros lejanos que le dieron una identidad en el fútbol inglés. En las
dos primeras temporadas de Houllier al frente del Liverpool dijo presente en 78
partidos a los que les agregó 18 tantos. En estos tiempos fue en donde Berger
se ganó a la siempre difícil afición “Red”.
Para la 2000/01 sufrió una rotura
de ligamentos cruzados, (hasta se fue a tratar a los Estados Unidos) y no pudo
participar mucho de la temporada del triplete de FA Cup, Copa de la Liga y Copa UEFA, aunque al
menos le pudo dar la asistencia a Michael Owen para que éste definiese de gran
manera en la final Contra el Arsenal en la primera competición mencionada,
revirtiendo, además, un 1-0 en contra.
Los siguientes tres años no fueron
muy buenos, debido a las recurrentes lesiones que lo hicieron bajar mucho en la
consideración del DT, (su última temporada solo jugó 4 partidos) y cuando
expiró su contrato optó por dejar Anfield, y lo hizo con una destacadísima
marca de 198 encuentros y 35 dianas, siendo el Chelsea una de sus víctimas
favoritas.
Con el pase en su poder, se marchó
al Portsmouth, que acababa de subir a la Premier League.
En su primera temporada, los de
Redknapp y el propio Berger arrancaron de una manera muy buena, lejos de la
zona de descenso, pero para el checo, otra vez la rodilla no le permitió
concluir todo ese año. Completó su segundo año, dejando una belleza de gol
frente al Charlton Athletic, pero al terminar, él y la dirigencia establecieron
no renovar el contrato. En el sur inglés, estuvo en 60 partidos y marcó 8
tantos.
Su próximo destino fue el Aston
Villa, pero ahí, rápidamente tuvo encontronazos con el entrenador Martin
O’Neill y pasó un tiempo en reserva y luego fue cedido al Stoke City de la
segunda división. Al volver demostró buenas actuaciones sumado a un par de
tantos que le valieron la renovación del contrato, aunque sus participaciones
volvieron a ser nulas, sobre todo por sus lesiones. En Birmingham sólo pudo, en
tres años, jugar 32 partidos a los que les sumo 2 goles.
Luego de más de 10 temporadas en
suelo británico, Berger retornó a su país, más precisamente al Sparta Praga,
aquel club en el cuál nunca había podido debutar.
Su año inicial fue muy bueno ya
que casi no lo aquejaron las molestias y aportó en buena cantidad cuando le
tocó participar, pero lamentablemente cayeron frente al Slavia en la lucha por
el título.
Su segundo año, sería la otra cara
de la moneda, apenas jugó dos partidos, y decidió retirarse por las constantes
lesiones. Al menos, como una especie de
sabor dulce, sus compañeros conquistaron el campeonato liguero.
Hoy sigue despuntando el vicio en
el Dolni Chabry, un equipo de la sexta división de la República Checa
que quede en los suburbios de Praga.
Su bautismo con la República Checa
llegó el 23 de Marzo de 1993 en un empate en uno, como visitante ante Chipre en
un encuentro válido para las eliminatorias rumbo al Mundial de USA 94’ donde solo jugó un cuarto
de hora.
Su primer gol lo hizo frente a
Malta, (un año después de su debut), en un aplastante 6-1 como local en un
partido de eliminatorias para la
Euro 96’
a jugarse en Inglaterra.
Justamente en esa Euro llegaría su
momento más glorioso con la camiseta de su país.
Después de haber participado en
los tres partidos del grupo, los cuartos de final y las semis, le dió, de
penal, la ventaja a la
República Checa en la final, frente a Alemania, en Wembley.
Lamentablemente, Los germanos dieron vuelta el resultado gracias a los goles de
Oliver Bierhoff y se tuvieron que conformar con el segundo puesto.
No disputó la Copa Confederaciones
del año siguiente, pero sí la
Euro del 2000, aunque en esa ocasión apenas pudo estar los 90
minutos contra Dinamarca en la victoria 2-0, más allá de que ya estaban eliminados.
En cuanto a los mundiales, no
puedo estar presente ni en el 94’ ,
ni en el 98’ ,
aún siendo subcampeón de Europa, y para el 2002 ya estaba retirado.
Su partido final fue en un
amistoso frente a Corea del Sur que concluyó en victoria checa por 5-0, en
2001, y su tanto final vino otra vez frente a Alemania, en un amistoso, con
caída 3-2 en Núremberg.
Por Alexander Bernabei
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