En esta entrega de las caídas más
estrepitosas de los conjuntos nacionales europeos mas importantes,
repasaremos varios acontecimientos, todos en diferentes épocas.
España
2004
La selección española afrontaba su
primer torneo de importancia luego de la escandalosa eliminación en
manos de Corea del Sur dos años antes. Para llegar a participar de esta
Eurocopa, los ibéricos tuvieron un repechaje relativamente sencillo
ante Noruega tras quedar sorpresivamente segundos de Grecia en su
grupo eliminatorio. Claro, nadie esperaba que los helénicos fuesen
los futuros campeones.
Comparado con otros, la zona en la que
habían sido sorteados era a priori accesible para los españoles,
que eran acompañados por griegos, rusos y portugueses
(organizadores).
El debut fue en Faro-Loulé ante los ex
soviéticos, y en un partido sin muchas luces, España fue el
vencedor tras un solitario tanto de Juan Carlos Valerón a la hora de
comenzado dicho encuentro.
Cuatro días después llegaba el turno
de Grecia otra vez. Bajo el sol de Oporto, Fernando Morientes abrió
la cuenta a los 28 minutos de la primera parte, pero, Angelos
Charisteas lo neutralizaría a los 66’ en la segunda mitad.
Para la última fecha, el clásico de
la península ibérica. A la “Furia” le bastaba con empatar para
clasificar a los Cuartos, sin embargo, Nuno Gomes le dio la victoria
a Portugal a los doce del complemento.
Con cuatro puntos, la “Roja” se
quedaba nuevamente afuera y sumaba otra decepción más a su lista.
Ésta misma se cortaría en la siguiente Euro, en Viena, aunque los
sorprendente del caso es que ésta vez fue por el simple hecho de no
haber convertido más goles ya que terminó con la misma diferencia
de tantos que los griegos.
Inglaterra
1992
Los ingleses fueron a Suecia con muchas
esperanzas, tras el cuarto puesto obtenido en Italia 90 y la
eliminatoria invicta que tuvieron para esta Euro. Sin embargo, no mucha gente tuvo
confianza en el proceso selectivo de Graham Taylor para dicha
competencia.
El primer partido en Malmö, y ante
Dinamarca, fue muy agrio y terminó en empate en cero que no dejaba
muy conformes a los hinchas “pross”, ni a los propios jugadores. Un par de días después tocaba
Francia, y otra igualdad sin goles marcaba que el juego de los
británicos era muy pobre y que debían mejorar si querían llegar
ganar el torneo.
Llegaba la última cita, y ésta era
ante los locales. Inglaterra se puso arriba gracias a una gran volea
de David Platt, apenas iniciado el partido, pero la segunda mitad
sería una cosa distinta. Jan Eriksson restauraba la paridad y a
diez del final Tomas Brolin (tras una gran pared con Martin Dahlin)
puso el 2-1 que fue inamovible.
Pero el hecho destacado de ese día
es el cambio que se dio tras el segundo tanto sueco. El DT, Taylor,
decidió introducir al campo a Alan Smith, en lugar del goleador Gary
Lineker que seguramente estaba viviendo (que de hecho lo fue) su
despedida en la selección, sin mencionar que era un definidor nato y
que estaba a un gol de igualar el récord de máximo anotador de la
selección inglesa de Bobby Charlton (49).
Los “Tres leones” se despidieron
con solo dos unidades y un gol, el cambio no se lo perdonaron nunca
al entrenador y tras fallar para clasificar al Mundial del 94,
renunció.
Alemania
Federal 1984
Los teutones fueron presentados en
Francia como los vigentes campeones de la competición así como los
segundos del mundial de España 1982, por lo tanto eran los máximos
favoritos a ganar la Euro de 1984.
La eliminatoria fue dura pero se
terminó como primero en la zona tras igualar en puntos, pero con
mayor diferencia de goles que Irlanda del Norte.
El debut fue ante Portugal, en
Estrasburgo y el resultado fue un pálido 0-0 que no dejaba una buena
impresión. Tiempo después enfrentaron a Rumania,
al cual Rudi Völler le marcó un “doblete” (Marcel Coraş igualó
transitoriamente) para el 2-1 final que los dejaba muy bien ubicados
para la última fecha, lo único que tenían que hacer era no perder
ante España.
Un Parque de los Príncipes colmado,
pudo observar como en el los minuto finales, un tanto del defensor
central Antonio Maceda le otorgó la victoria y clasificación a la
siguiente ronda a los ibéricos.
Tres unidades fueron las finalmente
cosechadas por los germanos que finalizaron un punto detrás de
españoles y lusos.
Italia
1966
El Mundial de 1966 sigue recordándose
hoy por hoy, como una de las peores (la del 2010 lo iguala)
participaciones de Italia en un torneo importante. Pero sobre todo lo que resalta fue por
la facilidad del grupo que le tocó a los trasalpinos.
Tras una admirable eliminatoria, la
“Azzurra” quedó emparejada con Chile, la URSS y con Corea del
Norte.
Precisamente con los sudamericanos
sería el debut, que era el primero tras la famosa “Batalla de
Santiago” de cuatro años antes. El choque culminó con un 2-0
favorable a los europeos por los goles de Sandro Mazzola y Paolo
Barison.
Tres días después, y de nuevo en
Sunderland, tuvieron que jugar con los soviéticos, quienes en
principio, eran con quienes iban a pelear el primer puesto del grupo.
El tanto de Igor Chislenko a los
primeros minutos del complemento, le dieron el triunfo y pasaje a los
de la “Cortina de Hierro”.
Ante Corea del Norte, Italia salió
al campo con unos extraños pantalones negros que seguro fueron del
color del día para los de la “Nazionale”.
A los 42 minutos de la primera etapa
Pak Doo-Ik (el cuál pasó a la inmortalidad terminado el partido)
marcó el 1-0 que no se movió más y que increíblemente dejaba
fuera a los “azzurri” que eran firmes candidatos y que se
marcharon muy, muy pronto.
Cuando llegaron al aeropuerto de Roma,
los jugadores fueron recibidos a tomatazos por los presentes. Según
una leyenda urbana, se dice que Pak era dentista en su país natal,
pero lo concretó es que luego del mundial se marchó del ejército.
Por Alexander Bernabei
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