7 de abril de 2013

Merecedores de un Mundial


Hasan Salihamidžić

Primer repaso de un jugador de origen balcánico, hombre que desarrolló su carrera en equipos de gran calibre en el Viejo Continente.

Hasan Salihamidzic nació en Año Nuevo de 1977, en Jablanica, en la extinta Yugoslavia.
A los diez años, ya empezó a formarse futbolísticamente en el equipo de su ciudad, el Turbina Jablanica. Siguiendo en las divisiones inferiores, en 1991, pasó al Velež Mostar.

Cuando se decidía para jugar en el sub 16 de Yugoslavia, ocurrió el “Sitio de Sarajevo”, guerra que se prolongó desde 1992 a 1996, que obligó a mudarse a la familia de Salihamidzic.
Se movieron hasta Hamburgo, Alemania, y con la ayuda de Ahmed Halilhodzic (primo de Vahid Halilihodzic, ex jugador y entrenador), que también era oriundo de Jablanica, pudo tener una prueba en el Hamburgo SV, en la cual quedó.

En las inferiores permaneció tres años hasta que le llegó su debut a la mitad de la temporada 1995/96. En los pocos partidos que disputó como puntero derecho, convenció lo suficiente como para que a la siguiente fuese titular indiscutido.
Su temporada consagratoria sería la 97/98, entre todas las competiciones anotó diez goles y por lejos fue lo mejor del Hamburgo, en una temporada floja para el tamaño de club que es.

En sus dos años y medio, nunca pudo pelear por algún título de importancia (en la Bundesliga siempre terminó en puestos bajos), y no pudo levantar trofeo alguno en su corta trayectoria en ésta institución.
Después llegó el llamado del poderoso Bayern Múnich, para incluirlo en sus filas, tras verlo como uno de los jóvenes más prometedores del fútbol germano. 

Dejó la ciudad que le permitió no abandonar su sueño de jugar al fútbol, tras disputar 88 partidos a los que les agregó 21 goles.

Llegó a Bavaria para conquistar toda la gloria que no obtuvo en el norte de Alemania.  Su versatilidad dentro de la cancha, le dio la posibilidad de ser incluido de manera instantánea en el once inicial.
Jugó 30 partidos y aportó 4 tantos en la Bundesliga de ese año, para que el Bayern sea campeón por quince unidades de diferencia. 

La catástrofe ocurrió en las dos finales. La primera, por la Copa, ante el Werder Bremen, en Berlin.
Comenzó en el banco, e ingresó a falta de cinco minutos de la conclusión. 1-1 fue el resultado definitivo, y en los penales, Salihamidzic convirtió el suyo, igualmente caerían 5-4. La otra es la final de la UCL, en Barcelona, y ante el Manchester United. Entro en el minuto 90, con el 1-0 a su favor. Los ingleses marcaron el 91’ y en el 93’, para llevarse la “Orejona” a casa.

Los siguientes dos años fueron de nuevo espectaculares para él y el club. Su titularidad no estaba en discusión, aportando además para dos títulos de liga (ambos con apasionantes finales ya repasados), una Copa de Alemania (titular en la final otra vez ante el Bremen, 3-0) y la conquista en el 2001, de la Champions, tras derrotar al Valencia, en Milán, y de nuevo desde los doce pasos, el anotó el que le tocó. Jugó completos los 120 minutos de partido que finalizó 1-1. En ese mismo ’01 no pudo estar presente, por lesión, en Japón, para consagrase ante Boca Juniors en la Copa Intercontinental (1-0).

Las temporadas 01/02 y 02/03 fueron poco fructíferas por las lesiones que le impidieron decir presentes en muchos encuentros.  Solo pudo jugar 50 veces entre los dos años, números que pueden llegar a conseguirse en una sola. La parte positiva, es que aportó 12 goles para añadirse una Bundesliga y una Copa de Alemania más. Por suerte, para la 03/04 retornó a las buenas actuaciones libre de impedimentos físicos, más no con título alguno.

Del 2004 al 2007 quemó sus últimos cartuchos entre la perdida de la titularidad, alguna que otra lesión, pero también empezando a improvisarse como lateral derecho. Salió campeón dos veces en la liga, ambas con buena distancia, y a eso le sumó dos copas también. En la primera de las dos finales, anotó el gol de la victoria (2-1) ante el Schalke 04.

Salihamidzic no solo dejó Múnich tras casi una década, sino que también se fue del país para partir rumbo a Italia. Llegó a una impresionante suma de 350 choques con la camiseta del Bayern, sumándole 49 dianas. Números muy altos para un jugador que siempre le rindió al club bávaro en las nueve temporadas en la que estuvo. Lo curioso es que durante todo ese tiempo apenas tuvo dos entrenadores, Ottmar Hitzfeld y Félix Magath.
La Juventus de Turín requirió de sus servicios, firmando un contrato por cuatro años. El primero de ellos, con Claudio Ranieri como técnico le dejo buenas impresiones, 30 partidos más cinco tantos, fueron positivos para su temporada inicial en el fútbol italiano.

Luego, las lesiones harían estragos nuevamente. Solo 33 encuentros entre la 08/09 y la 09/10 fueron suficientes para que en su último año de contrato, Luigi Delneri, no lo tuviese en cuenta.

Tras las cuatros temporadas acordadas, la “Vecchia Signora” lo dejó libre. En Italia apareció en 73 enfrentamientos y anotó 8 goles.

Retornó a Alemania para jugar con el Wolfsburgo. En los “lobos”, firmó un vínculo por un año, y además se reencontró con Félix Magath, hombre que lo dirigió en Múnich.

Con las ilusiones renovadas, empezó su periplo en el equipo verde, pero una lesión el hombro, en un amistoso de pretemporada, le enseñaría el camino que recorrería. Nuevamente no llegó a la veintena de encuentros (15, con cuatro tantos), y su contrato no fue renovado.

Una vez sin club, empezó a trabajar como analista en el canal Sky de Alemania, esto marcó el retiro de la actividad profesional. En su época en Múnich (ciudad donde nacieron sus tres hijos), siempre remarcó la idea de asentarse ahí, una vez concluida su carrera.

Después de haber participado en algunas selecciones menores de Yugoslavia. Su debut en la mayor se dio el 6 de Noviembre de 1996, en un amistoso ante Italia, en Sarajevo. Esa noche marcó el 1-0 del 2-1 final con el que derrotarían a la tres veces campeona del mundo en esos días.

Durante su trayectoria con su país, a excepción de las eliminatorias rumbo a la Eurocopa del 2004, nunca pudo estar cerca de participar en un evento de gran importancia. En el 2006 le puso punto final a la carrera con Bosnia tras 43 participaciones y 6 goles. Sus últimos dos fueron ante San Marino, como visitante, en la clasificación para el Mundial de Alemania 2006.
De haber nacido un poco más adelante hubiese sido convocado para la gran asunción futbolística de ésta nación, tras participar en los repechajes (los dos contra Portugal) para el Mundial 2010 y la Euro 2012, o la eliminatoria para Brasil 2014, en la cuál parece, no necesitaría de ésta vía.


Por Alexander Bernabei

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