Primera entrega de las más grandes
decepciones de los países más fuertes del Viejo continente, en el ambiente
futbolístico y en la historia de Mundiales y Eurocopas.
Francia 2002
Luego de la consagración como local en la Copa del Mundo de 1998,
los galos triunfaron en la Euro del 2000 y la Copa Confederaciones del 2001.
Por lo tanto la proeza ahora era lograr ratificarse como campeones en Corea y
Japón en el 2002. Los resultados previos venían siendo muy favorables, no solo
por ser victorias en sí, sino por ser abultadas y con buen juego. Encima sus
“estrellas” deslumbraban por los clubes más grandes de Europa, el único ausente
de estos era el mediocampista del Arsenal, Robert Pires.
Por lo tanto, sumando todo esto,
Francia partía como uno de los favoritos a la máxima cita futbolística
del planeta. Su grupo estaba integrado por un debutante, Senegal, un dos veces
campeón del mundo, Uruguay, y los campeones de la Euro 1992, Dinamarca.
El debut fue el 31 de mayo ante los africanos, y sin Zinedine Zidane
de entrada (arrastraba una lesión) los “Bleus” iban con lo mejor que tenían. No
les fue suficiente y a pesar de sus llegadas al arco contrario, cayeron por 1-0
con un gol del ignoto Pape Bouba Diop. Fue un golpe duro, y todavía se recuerda como uno de los resultados
más sorpresivos de la historia del fútbol mundial.
Seis días después llegaba el choque contra los sudamericanos, que
concluyo en un aburrido 0-0. Los franceses fueron a por el triunfo con diez
hombres por la expulsión a los 25 minutos de Thierry Henry.
La última parada era ante los daneses, debía ser una victoria para
no ser el primer campeón defensor en quedar eliminado en la primera ronda, bajo
el nuevo formato. Lamentablemente para
ellos, la ayuda de Zidane no bastó y perdieron 2-0 gracias a los tantos de
Dennis Rommedahl y Jon Dahl Tomasson.
De esta manera, los galos se despedían últimos, con un punto y sin
goles a favor. Un récord ampliamente negativo.
Italia 2010
Con los italianos ocurrió algo similar. Fueron campeones mundiales
cuatro años antes, y esta vez se preparaba para defender el título, en
Sudáfrica, y con varios jugadores diferentes a los que levantaron la Copa del
Mundo.
En la clasificación, los trasalpinos habían dejado bastante que
desear igual que en los amistosos previos, pero el sorteo (Paraguay, Eslovaquia
y Nueva Zelanda) los daba como claros favoritos.
El debut se dio en Ciudad del Cabo el 14 de Junio ante los
guaraníes. Antolín Alcaráz adelanto a Paraguay, sólo para que Daniele De Rossi
(uno de los sobrevivientes de Alemania 2006) marcara el 1-1 final. La nota
amarga era que Gianluigi Buffon tuvo una lesión que lo marginaría del resto de
la fase de grupos.
El 20 del mismo mes, tocaban los neozelandeses. Desde la previa, el
encuentro debería ser accesible, de un equipo con profesionales en la mayores
ligas del mundo, contra uno que apenas tenía cinco de ellos jugando en Europa y tres que no tenían siquiera un club.
A los siete minutos Shane Smeltz dejaba boquiabierto al planeta abriendo la
cuenta parta los oceánicos y con solo un dudoso penal de Vincenzo Iaquinta a la
media hora, los italianos lograron llevarse un punto.
La última parada era con Eslovaquia. Una simple victoria le daría el
pasaje a los Octavos de Final a los “Azzurri”, sin embargo se irían 1-0 abajo
en el entretiempo por un gol de Robert Vittek. El propio “9” aumentaría la
ventaja a falta de 15 minutos para la conclusión, Antonio Di Natale
descontaría, Kamil Kopúnek puso el 3-1 y Fabio Quagliarella decoraría el
resultado con una magnífica vaselina.
Al igual que Francia ocho años antes, Italia terminó último en el
grupo pero con dos puntos. Al llegar al aeropuerto de vuelta, la gente los
espero a tomatazos como en el mundial 1966 tras la sorpresiva eliminación en
manos de Corea del Norte.
Alemania 2000
La selección germana arribaba a la Eurocopa del año 2000 como
campeona defensora pero con ciertas dificultades en torno a su cuerpo técnico,
muy cuestionado por el pueblo y la prensa alemana y hasta puertas adentro con
determinados jugadores.
Esto se empezó a notar de inmediato, en su debut, el 12 de Junio,
ante Rumania. Los de Erich Ribbeck solo cosecharon un empate 1-1 por los goles
de Mehmet Scholl para los teutones y de Viorel Moldovan para sus rivales.
Una semana después llegaba el choque con un “grande” europeo,
Inglaterra, que venía de perder en su debut y tampoco llegaba en las mejores
condiciones, sin embargo fue victoria para los británicos por un cabezazo
preciso de Alan Shearer.
Lo último que le quedaba era ganarle a un clasificado Portugal y
esperar una mano en el otro encuentro. Lo primero nunca ocurrió, porque los
lusitanos los aplastaron 3-0 con un conjunto “B” y con un hat-trick de Sergio Conceição.
Fue una despedida espantosa en el mundo internacional para Lothar Matthäus, y para Ribbeck del cual siempre se
dudo si sus dirigidos no dieron todo lo que tenían para que él no continúe en
el cargo.
Fue la peor presentación en la
historia de Alemania en un torneo internacional sumando solo un punto y un gol.
Inglaterra 1988
Los “Tres Leones” llegaron a la Alemania Federal con sus mochilas
cargadas de ilusiones por su gran performance en la eliminatoria en donde
finalizaron primeros de su grupo con cinco triunfos y sólo un empate, pero lo
que seguiría sería algo similar a lo acontecido con los germanos doce años
después.
El debut (12 de junio) traía mucha rivalidad porque fue ante la
Republica de Irlanda, y a pesar del constante peloteo contra el arco “verde”,
Ray Houghton le daba la “shockeante” victoria a los debutantes en Eurocopas, a
los quince minutos del primer tiempo, en Stuttgart.
Después llegaría el segundo partido y contra el futuro campeón,
Holanda. Fue una masacre de Marco Van
Basten que marcó tres veces para darle los dos puntos a los Países Bajos. De
nada sirvió el empate momentáneo de Bryan Robson.
Ya eliminados, los ingleses caerían por el mismo resultado de 1-3
ante la Unión Soviética. Tony Adams estampó el gol “pross” mientas que Sergei
Aleinikov, Alexei Mikhailichenko y Viktor Pasulko harían los propio para la
URSS.
Tiempo después se sabría que su delantero estrella, Gary Lineker,
jugó los tres partidos con una hepatitis B que los aquejaba.
Hoy por hoy sigue siendo la peor participación inglesa en un torneo
internacional contando todos sus choques por derrotas y habiendo encajado siete
veces en esos encuentros.
Por Alexander Bernabei
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