5 de agosto de 2012

La ley que cambió al fútbol


El deporte rey sufrió un cambio drástico en 1995 producto de la “Ley Bosman”. Esta normativa surgió por la queja formal en los tribunales de un jugador belga quien, sin proponérselo, ayudó a muchos futbolistas de la actualidad que se beneficiaron con su cruzada.

Jean Marc Bosman era un futbolista belga que no se hizo conocido por sus actuaciones dentro del campo sino por las acciones que realizó fuera de él. Resulta que este jugador cambió radicalmente el mundo de la pelota a través de una demanda. Él jugaba en el Royal Fútbol Club de Lieja en 1990 y le ofrecieron renovar su contrato, pero no aceptó por que le rebajaban el 60 % del sueldo.

Entonces apareció el US Dunkerque de Francia con intención de ficharlo. El Lieja puso una elevadísima cláusula de rescisión para evitar el traspaso, por lo que Bosman entabló una denuncia contra su equipo, a la Federación belga y a la UEFA, alegando que no se cumplían tratados anteriores de sus estatutos.

El caso se extendió por 5 años y durante el juicio el jugador se negó a defender la camiseta del Lieja, no lo dejaron considerarse desempleado y recién pudo jugar un año más tarde. Gracias a ello, no pudo volver a establecerse en un club por temor a que los demande y concluyó su carrera sin pena ni gloria.

El juicio se resolvería a su favor pero nunca pudo gozar esos privilegios y a los 9 años de empezado el caso sería indemnizado. Ahora, ex jugador, es alcohólico y lucha para sobreponerse a su adicción.

La sentencia dictaminó que los futbolistas pueden moverse sin la mediación de su club si quedan libres. La ley los convierte en jefes y gracias a ello,comenzaron a ganar más dinero, por lo que ahora son multimillonarios. Además, los jugadores que fueran de países de la Unión Europea no contarían como extranjeros, cosa que cambió al fútbol y amplió el mercado de pases a África y América.

Esto produjo que las entradas aumenten, ya que había que pagar elevadas fichas para los generadores del espectáculo, y también, subieron las demandas televisivas y los contratos millonarios con estas empresas para transmitir los encuentros.

Por último, esto generó que los clubes ricos sean cada vez mas ricos y los pobres tengan más problemas para retener a sus mejores jugadores, ya que estos quieren ganar más dinero y se marchan al club que se los da. Esto se ve reflejado en las ligas más importantes del Viejo Continente, en donde por ejemplo desde 1995 hasta hoy, en España reinan con más firmeza el Real Madrid y el Barcelona quienes se reparten 12 de
los últimos 15 títulos, en Italia 13 de los últimos 16 son de Juventus, Milán y el Inter y en Inglaterra fueron todos del Manchester United, salvo 3 del Chelsea, 2 del Arsenal y 1 del Blackburn.

Si la lista la extendemos encontramos que en Alemania el Bayern Munich ganó 9 de los últimos 16 torneos, en Francia el Olympique Lyon se coronó 7 veces seguidas y por ejemplo, el Saint Ettiene, el más laureado del país galo con 10 conquistas, no sale campeón desde la década del 80. En Holanda, salvo los títulos del AZ y el Twenty se reparten todos entre Ajax, PSV y Feyenoord, mientras que en Bélgica, en donde sucedió todo, Anderlecht dominó en la mayoría de los campeonatos, salvo en 10 que se los repartieron entre cinco clubes.

Yendo un poco más a fondo y para terminar de confirmar esta teoría de los clubes grandes, vemos que el Porto en Portugal causa estragos y se adueñó de 11 torneos, y por último en Rusia, una tierra donde se está invirtiendo mucho en el fútbol, encontramos 5 equipos dominantes: el Spartak de Moscú con 6, 3 del CSKA Moscú, 2 del Lokomotiv Moscú, del Zenit San Petersburgo y del Rubin Kazan.

Por esta razón, cuando uno se pregunta por qué un club es mas poderoso que otro,o por qué gana tantos títulos y posee los mejores jugadores, se puede apreciar que la Ley Bosman tiene, en parte, un poco de culpa.


Por Damián Bonzani

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