17 de agosto de 2012

Merecedores de un Mundial


Mehmet Scholl

Él homenajeado de hoy fue uno de los jugadores con mejor pie que se le recuerden en Alemania, pero las lesiones persistieron para que no compita en una Copa del Mundo, más no en otros torneos.


Mehmet Yüksel nació el 16 de octubre de 1970, en la ciudad de Karsluhe, Alemania Occidental. Hijo de padre turco y madre germana, decidió cambiarse el apellido, cuando tenía solo cinco años de edad después del divorcio de éstos, y el nuevo casamiento de ella, con Hermann Scholl.

Un año después entró al Nordwest de su ciudad de origen y ahí permaneció hasta 1982, donde lo reclutó el Karsluher SC, el equipo más poderoso de aquella localidad. Con 19 primaveras ya cumplidas, se produjo su debut como profesional, fue en 1990, como visitante ante el Colonia, donde ingresó faltando doce minutos para la conclusión, y se dio el gusto de marcar el quinto y último gol de su equipo en una victoria por 5-0.

En esa temporada apareció solo dos veces más, pero en la siguiente ya se afianzaría como titular.
Jugaría un año más y sería vendido al Bayern Múnich dejando unos números de 69 encuentros disputados y 12 goles conseguidos. En Karsluhe, coincidió con el arquero Oliver Khan que luego sería compañero suyo en Bavaria y en la selección.


En el Bayern, que fue su segundo y último equipo, deslumbró a Europa por su enorme visión y técnica, sumado a que era dueño de una magnífica pegada tanto a balón parado como en movimiento.
En su primera temporada no conquistó trofeos, pero si lo haría en la segunda, con la obtención de la Bundesliga donde aportó once tantos para su equipo.

Para la 1995/96 caería su primer torneo continental, la Copa UEFA. Cabe destacar que en aquella final, (todavía era ida y vuelta) anotó de local (2-0), y de visitante (1-3) ante el Girondins de Burdeos.


En aquellos momentos ya eran conocidas todas sus virtudes previamente mencionados a las cuales le agregaba bastante gol para su posición dentro de la cancha, y por esos años, el Barcelona español le hizo una oferta bastante tentadora, pero que él decidió rechazarla.

Hay que mencionar que también por esos meses, las lesiones comenzarían a ponerle piedras en su carrera, que afectaría mucho más al plano internacional.

La temporada 1998/99 fue la primera en tener mayores consecuencias en cuanto a éste tema, porque sólo vio acción en 18 encuentros. Uno de esos fue la final de la UEFA Champions League, que se jugó justamente en la capital catalana y en donde él tuvo una muy buena oportunidad de poner el 2-0 en el marcador con un globo que terminó por estrellarse en el palo. En el tiempo de descuento terminarían por perder esa final.

Sin embargo dos años después se daría revancha al ganar una Bundesliga en el último minuto y además pudo ser campeón de la UCL al derrotar, en Milán, al Valencia por penales. Y como si ésto fuese poco, firmó su mejor año como profesional al disputar 48 partidos sumado a 16 goles, (5 en esa Champions).


También en el 2001 lograron la Copa intercontinental al vencer a Boca Junior por 1-0 en tiempo extra con un tanto del ghanés Samuel Kuffour.

Sus próximos años estuvieron más marcados por las molestias y lesiones que por los minutos jugados. En ninguna de las seis temporadas siguientes logró superar la treintena de encuentros teniendo en cuanta todas las competiciones, incluso en la 2003/02 sólo estuvo presente en nueve.

Para el 2007 puso fin a su trayectoria en un amistoso entre el Barcelona y el Bayern. Dejó su marca en 451 choques jugados más 117 goles convertidos.

Al año entrante fue designado como entrenador del equipo sub-13 de los Bávaros y luego del Bayern Múnich II, el conjunto reservas de los alemanes. En él último estuvo sólo una temporada y volvió para éste 2012.

Scholl fuera del ambiente del fútbol es recordado por su humor, sobre todo contra el Partido Verde Alemán, que defiende los intereses ecológicos de su país, y también por sus “mixtapes” que realizó en dos ocasiones, con sus canciones preferidas. Además es un muy buen jugador de boliche.


Habiendo jugador en el sub 21 y en el equipo olímpico, su debut como internacional llegó en 1995 en un empate como local ante Gales por un partido correspondiente a la clasificación de la Euro 1996, y su primer gol, frente a Irlanda del Norte en un amistoso, un año después.
Un mes después fue seleccionado para representar a su nación en la Eurocopa a celebrarse en Inglaterra. Ahí jugó tres partidos, los cuartos frente a Croacia, las semis ante los locales y la gran final contra República Checa. A los 69 minutos fue substituido por Oliver Bierhoff con el marcador 0-1 y el ingresante marcó dos tantos (el segundo, gol de oro) para darle el trofeo a los teutones.

El técnico Berti Vogts lo dejó fuera del Mundial del 98’ en Francia aunque participó de la Copa Confederaciones del año siguiente en México, en donde su selección realizó un flojísimo papel al quedar eliminados en la fase de grupos.
Una actuación aún peor (la más baja en la historia de Alemania en torneos internacionales), fue la de la Euro 2000. Sólo sumaron un punto, terminaron últimos y apenas marcaron una diana, obra de Scholl.


En Agosto de ése año le hizo dos goles a España para el 4-1 final en un cotejo desarrollado en Hannover.
Las continuas lesiones lo obligaron a retirarse previo al Mundial de Corea y Japón. Su último partido fue en el 2002 en una goleada 7-1 a Israel, y su tanto final, contra Dinamarca, en un amistoso en Copenhague (victoria 2-1).

Antes de dar a conocer la lista, más de 100.000 personas firmaron un petición online para que el seleccionador y ex compañero suyo, Jürgen  Klinsmann, lo convocara para jugar el Mundial del 2006 que se iba a desarrollar en territorio germano, pero no hubo caso.
Con la casaca alemana sólo pudo redondear 36 partidos y marcar 8 goles.

En el 2001 fue galardonado por sus compañeros futbolistas de la primera y segunda Bundesliga como el mejor jugador alemán del año 2000, y en el 2005, fue introducido por los hinchas del Bayern en el once ideal toda la historia de éste equipo.


Por Alexander Bernabei

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